Constitución de empresas extranjeras en España
A continuación, describimos las formas más usuales para que una empresa extranjera opere en España.
Existen diferentes tipos de empresas y sociedades, cada cual con sus correspondientes ventajas e inconvenientes. Analizar previamente cuál podría ser la estructura empresarial que mejor se adapte al negocio que se plantea abrir en España, es crucial y esencial.
En España existen diferentes tipos de empresas y sociedades, cada cual con sus correspondientes ventajas e inconvenientes. Analizar previamente cuál podría ser la estructura empresarial que mejor se adapte al negocio que se plantea abrir en España, es crucial y esencial.
En este artículo se analizan las diferentes posibilidades que existen para crear una empresa en España. Debe servir de orientación a los inversores extranjeros para decidir qué estructura cumple mejor los requisitos de su negocio en dicho país.
Autónomo
La forma más sencilla de crear una empresa en España es operar en el mercado como persona física, aunque tiene la desventaja de que no se tendrá responsabilidad limitada. Únicamente requiere el alta en Hacienda y en la Seguridad Social (o en un régimen alternativo).
Oficina de representación
Esta opción sólo es aconsejable para las empresas extranjeras que realicen actividades preparatorias o auxiliares en España, como estudios de mercado, publicidad o promoción de la empresa matriz extranjera no residente.
Para el establecimiento de una oficina de representación es necesario nombrar un representante fiscal en España. Este puede ser una persona física o jurídica, y debe tener residencia legal en dicho país. La creación de este establecimiento mercantil incluye normalmente la firma de un acta notarial para el nombramiento del representante fiscal y su aceptación de este cargo. Esto puede hacerse en una notaría española, o con un notario en el extranjero (requiriendo apostilla y una traducción certificada).
La oficina de representación no se inscribe en el Registro Mercantil, pero el representante fiscal necesita presentar un formulario fiscal (036) para solicitar un número de identificación fiscal (NIF). Para ello es necesario acreditar la existencia de la sociedad matriz extranjera (ya sea incluída en la escritura notarial o por separado) mediante un certificado autenticado del Registro Mercantil donde esté inscrita la sociedad (con traducción jurada si es necesario).
Dicho establecimiento mercantil no tiene personalidad jurídica propia ni órganos formales de gestión, y no puede realizar otras actividades distintas de las auxiliares de apoyo a la actividad empresarial desarrollada directamente por la empresa matriz (que tendrá la responsabilidad de firmar y ejecutar los contratos, así como de facturar a los clientes). Desde el punto de vista del Impuesto sobre Sociedades (IS), esta estructura evita que la sociedad matriz se considere con establecimiento permanente en España.
Unión Temporal de Empresas (UTE)
Las UTE son asociaciones empresariales temporales que se constituyen por tiempo definido o indefinido, con el fin de llevar a cabo un proyecto empresarial concreto. Suelen utilizarse en proyectos de construcción e ingeniería, ya que permiten la actuación conjunta de varias empresas. La principal ventaja de la UTE es combinar los recursos de sus miembros, compartiendo riesgos y costes entre ellos.
La creación de dicha asociación requiere la firma de un acta notarial. Este documento debe reflejar la aportación inicial de cada parte, sus obligaciones en el proyecto y el reparto de beneficios y pérdidas. A continuación, sería necesario obtener un Número de Identificación Fiscal español (NIF) y su inscripción en el Registro Especial de la Agencia Tributaria (para la aplicación de un régimen fiscal especial). Esta estructura tiene requisitos similares en términos de obligaciones contables y fiscales que una sociedad de responsabilidad limitada independiente. En ocasiones, una empresa conjunta puede utilizarse como primer paso antes de la plena integración entre empresas.
Cuenta en participación
Mediante este tipo de asociación empresarial, uno o varios inversores contribuyen a la empresa, recibiendo un porcentaje variable de beneficios y pérdidas, en función de los resultados de la actividad. Este tipo de contrato permite al inversor participar en una asociación de beneficios y pérdidas independiente, sin convertirse en accionista de la sociedad. No es obligatorio firmar el contrato ante el notario, pero es aconsejable para asegurar su oponibilidad a terceros. Las aportaciones de esta sociedad no tienen la consideración de capital. Si hay pérdidas, el inversor soportará la misma parte de estas, pero la responsabilidad se limita a perder el dinero invertido.
Préstamos participativos
Este tipo de préstamos responde al interés de los inversores que desean participar en el negocio del prestatario. El prestamista recibirá un interés variable determinado por los resultados de la empresa según diferentes indicadores financieros. El prestamista no se considera un accionista, pero el préstamo se considera como capital para determinar la necesidad o no de una disolución obligatoria de la Sociedad o una reducción de capital.
Crear una sucursal en España
Los trámites, costes y requisitos para crear una sucursal en España son similares a los de la constitución de una sociedad filial en España. Por lo tanto, para crear una sucursal en España es necesario obtener previamente el Número de Identificación Fiscal (NIF) de la empresa matriz. Las dos principales diferencias en cuanto a los trámites de constitución son que la creación de la filial requerirá un documento notarial con el acuerdo de constitución de la misma, acordado por el órgano competente de la sociedad matriz; el mismo deberá afirmar que la sucursal no necesita obtener un certificado de nombre del Registro Mercantil Central, y que no requiere ningún capital social.
La filial tiene cierto grado de independencia de su empresa matriz y realiza todas o parte de las actividades comerciales de esta. No tiene personalidad jurídica propia y, por tanto, la sociedad matriz responderá de sus obligaciones y deudas. La sucursal necesita nombrar un representante legal de la misma, que actúe como su apoderado, y que deberá ser residente en España.
Asimismo, realizará directamente sus actividades económicas y podrá facturar a sus clientes de forma independiente. Esto significa que tendrá sus propias obligaciones contables y será considerada como un establecimiento permanente y tributará en España en el Impuesto de Sociedades.
Constituir una empresa en España
Estas Sociedades de Responsabilidad Limitada tienen una personalidad jurídica distinta de la de sus accionistas. Hay dos tipos principales:
- Sociedad Limitada (S.L.).
- Sociedad Anónima (S.A).
La elección entre estas dos opciones viene determinada por la envergadura del negocio, los requisitos legales (sólo las S.A pueden acceder al mercado de valores) o la capacidad de captar capital de terceros. En cualquier caso, la Sociedad Limitada se impone ampliamente como la opción más popular (más del 99% en 2019) para constituir una empresa de responsabilidad limitada en España. A continuación, se exponen algunas de las principales diferencias entre ambas:
El proceso de crear una empresa en España puede ser complejo. Elegir la estructura empresarial más adecuada es solo uno de los varios pasos que hay que seguir. Para ayudarte en este proceso, puedes contactarnos y te guiaremos hacia la mejor opción.